1.- Las pulgas, las garrapatas y los ácaros son la causa más común de comezón en los perros, sobre todo en las zonas y estaciones más cálidas, y en las mascotas que realizan más actividades en el exterior. Tanto las pulgas como las garrapatas, clavan sus aparatos bucales en la piel del perro para alimentarse de su sangre, y, con ello, pueden transmitir múltiples enfermedades.
2.- Las garrapatas suelen ser visibles a simple vista, y es aconsejable eliminarlas con pinzas para extraerlas en su totalidad desde la cabeza. Las pulgas y los piojos, en cambio, pueden pasar desapercibidos en función del tipo y color del pelaje del perro. En el momento en que detectes su presencia en el pelaje de tu perro, es importante llevarlo al veterinario. De los productos que existen en el mercado para eliminar las pulgas, hay uno líquido que, si se aplica correctamente y bajo supervisión veterinaria, favorece la eliminación de estos parásitos. Cuando lo utilices, no bañes a tu perro hasta pasados los 3 días desde la aplicación. Con la ayuda de un guante, frótalo homogéneamente a contrapelo sobre la piel de tu perro, apartando su pelo con la mano. Evita aplicarla sobre aquellas zonas más susceptibles de irritación (ojos, boca y oído). También sigue las recomendaciones del veterinario.
3.- La prevención es la medida más eficaz y recomendable para evitar que tu perro esté sujeto a problemas de parásitos. Con el veterinario y en tiendas especializadas, puedes encontrar soluciones 100% satisfactorias para asegurar su bienestar.
4.- Otra causa de rascado intenso puede ser la sarna, que es una infección dermatológica causada por ectoparásitos, concretamente por distintos ácaros en perros. En este caso, es muy importante la detección temprana de los síntomas, para evitar el contagio a otras mascotas.